Translate

Saturday 26 March 2016

PLACEBOS DE UN HOMBRE RESERVADO

PLACEBOS DE UN HOMBRE RESERVADO

Sondonga en La menor séptima




INTRODUCCION

Por casi 20 años anduvimos juntos, en los principios caminamos a la salida del colegio, por avenida de La Plata, hacia Rivadavia, cruzábamos el Parque y en la esquina de Acoyte nos despedíamos.
Los viernes a jugar al futbol en el Parque Chacabuco,tambien haciamos juntos los trabajos en equipo para el colegio.
Luego siguieron las salidas, los bailes, las vacaciones, el camping, la pesca, los billares, la cancha etc.
Compartimos miles de cosas esenciales que llevan a entender el alma del amigo como la propia.
Sin embargo nunca dijo nada acerca de esto, nunca un versito , una rima, un cantito para la hinchada, ni siquiera un auxilio literario romántico para facilitar la conquista de aquella señorita que estaba cerca de enamorarse y que seguramente se me hubiera entregado en mis brazos ciegamente, de haber tenido un Cirano dictándome algún soneto dedicado a su belleza.
El hombre supo ser reservado diría Mendieta
De su amplia colección de muy buenos poemas hay algunos que me asaltan desde el comienzo y me traen rimas y músicas que se me hacen imposible de abandonar, siento en esos casos la imperiosa necesidad de ponerles forma de canción.
Aquí estaba sentado  en una mesa del Bar “El Descuido”con el poema “Placebos”, mis escritos, las palabras unas fotos y un mapa donde figuraba la localidad de El Perdido, paradero del poeta en cuestión.
Del otro lado de la mesa mi amigo Abelardo Roldan Leroux ensimismado en un libro donde se describían secretos guardados por magos y astrónomos Caldeos
Abelardo cierra el libro amaga a levantarse para irse y se interesa en algunos párrafos del poema…- Y … ? Don Javier… como va eso tenemos o no un nuevo hit.
-No es fácil Don Abelardo, trataremos…
-Se decidió por lo menos en el estilo de la canción?
-Bueno estaba pensando en unos aires de milonga
-Aires tiene usted en la cabeza, piense un poco en la geografía y el ambiente donde el amigo escribió, piense en los sonidos, los pájaros, la intensidad de la luz que lo rodeaba. Leroux alza el tono y gesticula exageradamente mostrándome el paisaje que nos rodea.
-Tiene alguna sugerencia ¿?
Tomo su libro se levantó,miro de reojo el mapa y empezó a alejarse dejándome un comentario  rapido–Tiene que ser algo tropical yo trabajaría con un Son Cubano-y se alejó saludando con su mano a modo de despedida
Luego de recalentar mi cerebro, con un dejo de molestia por tan insensible sugerencia me doy cuenta que mi amigo estaba viendo el mapa del lado opuesto y confundió los paralelos Sur con el  Norte, ubicando a El Perdido en algún lugar del Caribe, o simplemente evacuo lo primero que le vino a la cabeza sin pensar en consecuencias
Sin embargo me dio la idea de trabajar con los dos ritmos resultando una tonada con aires de nostalgia y calidez al mismo tiempo, combinando elementos del son y la milonga, una típica sondonga
El ritmo había sido explorado allá por los años 30 por el payador y guitarrero William Petronio Barrientos oriundo de Saladillo luego de una gira por las islas caribeñas
Sus composiciones gozaron de un notable reconocimiento gracias a la astucia de Don Fabrizzio Rigonatti dueño del boliche “El sabrosón” donde se presentaba William.
Rigonatti promociono’ el acto con un letrero que anunciaba: “Aquí se toca la sondonga toda la noche”. Una breve pero exitosa maniobra de marketing sin dudas.



PLACEBOS
SONDONGA EN LA MENOR SEPTIMA
MUSICA: JAVIER MIRO
LETRA: GUSTAVO SALA
Inspirado en el poema Algunos placebos del mismo autor


Destinado a formar parte de su olvido
Le propongo buenamente unos placebos
Desafiar al simulacro y de este modo
Se disuelva en nuestras bocas sin repruebo
Que sus noches me tomen por amante
Que sus ojos bajen tiernos y a intervalos
Que suspire espejismos de delirio
Pero solo en mi capricho y su silencio

Las escenas de la mente son placebos
De su olvido le suplico este placebo
Limitadas las pastillas de los sueños
Lo que queda al alejarme es un placebo

Poco importa que el café se haya enfriado
Si esta idílica falacia envuelve el cielo
Perdurar mi recuerdo en Sus enaguas
Contenerla y ceder a sus anhelos
Y pedirle a la muerte de prestado
Cierto instante inolvidable de lujuria
Implorar sobrevivir entre tus sabanas

Dejar que el placebo apague las penurias



Musica y Video by JAVIER MIRO Copyright ©