Translate

Sunday 19 July 2020

El Diario de Izza Capt V parte 2




El extraño encuentro con la Doctora Short


Esa misma madrugada, más allá del sueño y la fatiga extenuante me encuentro muy a mi pesar sentado en un banco frio de la misma seccional de policía que se burló’ de mis inquietudes hace dos semanas.

Un personaje flaco vistiendo un delantal recuenta una y otra vez una historia de unos muchachones que le rompieron el vidrio del negocio, no deja de llamarme la atención su semejanza con el espectro que intento’ matarme tirándome el coche encima la noche anterior, también resaltan los pesados borceguíes que al abandonar la seccional van dejando huellas de tierra húmeda, a pesar de que no había llovido.

Al llegar mi turno el oficial me atiende con la misma rudeza y desinterés demostrada la vez anterior.
Me interrumpió’ secamente cuando intente’ pronunciar mi nombre- Ya se’ quien es usted.
-Viene para agregar información acerca de su denuncia previa? ¿O se trata de otro incidente no relacionado o sea no vinculante? Pregunto’ a continuación.
-Bien puede aportar una serie de datos vitales para esclarecer la denuncia ya establecida, pero podría bien tratarse de un incidente casual no relacionado. Para eso están ustedes, para encadenar los hechos y deducir, ¿no es así? -Conteste’ un poco molesto.
El sujeto comienza a tipear en la computadora y relata su escrito al mismo tiempo –Dado que el denunciante no se encuentra en condiciones de decidir, procedemos a abrir un nuevo expediente…
Mientras tipeaba le paso a través de la ventanilla un manuscrito que había preparado incluyendo todos los detalles del incidente.
Para su pesar había incluido minuciosamente patente marca, modelo, color, detalles físicos del conductor y de la breve aparición de la acompañante, así como detalles del incidente y sus peligrosas maniobras para intimidarme o producirme daño.

-¿Disculpe agente cuál es su nombre?
-Rogelio Benitez para servirlo
-Mire Benitez este sujeto bien podría ser el que tiene secuestrada la joven del diario íntimo que presente’ ante ustedes la semana pasada.
Benitez toma la hoja con mi declaración y mis datos y se rasca la cabeza
Mostrando cierta preocupación marca tres números en el teléfono
Una voz grave contesta de inmediato – Abarca, ¿qué pasa Benitez?
Acá esta Salguri , otra vez
¿Quien?
-El del diario
-No podemos atender a la prensa en la seccional  
-No el de la prensa local es Sagasti este es el que encontró un diario personal, Sal-gu-ri
el del diario de la chica .. se acuerda?




-Ah sí que pasa con el?
-Aquí le mando una declaración de un nuevo incidente, la carpeta original y desde Archivo le va a llegar la carpeta del caso Rusenthal.

-Rusenthal ¡! , Benitez ese caso se cerró hace 10 años!
-Si Inspector cuando lea el reporte de Salguri va a ver porque se lo mando.
-De acuerdo por favor haga una cita con la Doctora Short para que lo vea a Salguri y después me lo manda a mi oficina.

Media hora más tarde me encuentro en otra oficina con luz tenue.

Un lugar cerrado, claustrofóbico, que presiona al acusado a tal extremo que lo lleva a contar la verdad

Al ingresar la misma ráfaga fría que cerrara la puerta, me tocó en la nuca.
Un mobiliario simple previsible una silla rotativa de oficina y otra reclinable para el paciente que al sentarse quedaba en una inclinación más que confortable y a baja altura del piso.
Sobre la oscura pared uno anaqueles largos y pesados albergaban libros de psicología.




Había flores frescas en los jarrones de porcelana del oscuro rincón.
Y, en consecuencia, un penetrante aroma de jazmines de El Cabo dando vueltas en torno.

Una mujer rubia de unos 42 anios muy atractiva enciende un cigarrillo y me invita a sentarme en la amplia silla reclinable, mientras pronuncia su nombre con voz suave y sensual: -” Short ; Amanda Short , tome asiento”.




Tan pronto me siento comienza a leer datos al azar sobre mis últimos días.
-MMmm muy interesante…. Usted bajo’ en estado confuso de un tren en una estación fuera de servicio, por no decir abandonada.
-Luego encontró un cuaderno tirado en la calle y lo recogió’
-Que tiene de malo? Pregunto algo molesto.
-Bueno no es muy higiénico para empezar no?
Pero no solo eso lo tomo’ y lo empezó a leer-.

No le conteste’, decidí’ alimentar su fastidio quedándome en silencio.

-Fíjese que al poco de hojearlo descubre que contiene material de alto contenido sexual y violento…-La Doctora continúa asediándome y luego de un incómodo largo silencio retoma-
-Entonces …lejos de desistir ante la posible indiscreción en la vida íntima de otra persona, usted decide continuar leyendo

Doctora usted parece estar muy en control de sí misma, está segura de que no sentiría ni siquiera un poquito de curiosidad.?

La doctora no contesta, cruza las piernas lentamente,anota,suspira.
Se para nuevamente, deja el escritorio, camina lentamente hacia mí, y se detiene detrás de mi butaca.
Un elegante perfume a Jazmín me invade hasta la profundidad de mis fosas nasales, a pesar de lo incomodo de la situación me siento profundamente atraído por su cercanía.
-Luego viene el episodio de violencia con su hijo en el shopping center,no es así?Amanda Short vuelve a sentarse en su butaca.
Yo solo asiento con mi cabeza
-Y hoy …, manejando a altas horas de la noche a 60-80 km de su casa, en un oscuro rincón en un semáforo cualquiera un automóvil de más de tres décadas de antigüedad, obviamente preparado, porque si no estaría oxidado, descuajeringado en mal estado, conducido por un sujeto de aspecto según usted desagradable, lo reta a un duelo automovilístico. -
-Así es
-Y a usted le parece adecuado, aceptar el desafío y engancharse en una picada desenfrenada a toda velocidad por esa ruta oscura y solitaria.

-Doctora usted está editando los hechos, y le quita el peso de que uno es consecuencia de otro en la secuencia. Yo no me hubiera prendido a correr una picada si no fuera por el estado mental que me produjo las imágenes de ese diario.

-“Estoy evaluando su elegibilidad, su estado mental para decidir si usted podría ser considerado como un testigo válido en caso de tener que tener que presentar su testimonio en la corte.

No debería ofenderlo, si Abarca lo manda a verme es porque considera que hay algo digno de investigar en esta historia.

Como profesional no puedo dejar que su credibilidad como testigo pueda ser cuestionada debido a episodios que denotan cierta inestabilidad emocional”-

Me pongo un poco incomodo al percibir que me están etiquetando sin sopesar un análisis justo y profundo.

La doctora deja el sillón y comienza a caminar lentamente alrededor de mi asiento, resulta difícil evitar fijar la mirada en su atractiva figura, especialmente en sus piernas sensuales paseándose libres tan cerca de mi perspectiva ahí sentado desde un nivel inferior.
A continuación, comienza un tenso y aburrido monologo para justificar su asedio

-Según los estudios de Solomon Ash la estabilidad psicológica en una persona puede afectarse ante acontecimientos externos de peso significativo, traumático para su umbral de tolerancia y capacidad defensiva; siendo sus recursos insuficientes y de este modo la persona  se instala en un estado contrario, de desestabilización psicológica y emocional.

La psicología del testigo trata de estudiar, entender y afrontar aquellos problemas mnésicos que afectan a un individuo y que pueden influir a la hora de emitir su testimonio ante un juez. 


Esto también se refleja en la tesis de Espinozza acerca de la confiabilidad del denunciante.
Muestran sus observaciones que, en el caso contrario, debido al estado de trauma y al estrés sufrido por la víctima o el testigo, la inexactitud de la memoria debe ser un importante factor a tener en cuenta puesto que nuestra memoria es capaz de modificar los recuerdos, llegando incluso a crear recuerdos que, en realidad, no han ocurrido.  Por ello, habrá que modular la credibilidad que se está otorgando al testigo en cuestión.

La doctora caminaba lentamente en círculos alrededor de mi sillón mientras se abanicaba con una carpeta como si repentinamente le hubiera surgido una agitación interior, luego se sienta en el escritorio y cruza sus piernas dejando entrever para mi agradable sorpresa, confines indiscretos de su hermosa figura translucidos desde una fina ropa interior.

Decido romper el hielo y tomar el timón del encuentro sacándola del confort de su chamuyo psicológico, la miro de arriba a abajo y trato de poner un tono de voz interesante-Es usted casada?

-Salguri, -replica Short tratando de parecer enojada pero esbozando un leve sonrisa,- hay muchas preguntas que generalmente recibo por parte de un testigo en estas circunstancias como por ejemplo :– Usted piensa que creerán lo que estoy declarando?, Me volverán  llamar? ¿Qué va a pasar luego de esto?  Estaque usted hizo no es particularmente una cuestión formulada por alguien emocionalmente estable - .Dígame Salguri A que viene esta pregunta , para que quiere saber mi estado civil?
-Está usted teniendo una relación con el Inspector Abarca?(Fue lo primero que me vino a la cabeza , pense’ que si la pegaba iba a tener un especial respeto por mi sentido de percepción y si no … mala suerte ya lo olvidara’)
-No , no estoy casada ni estoy saliendo con Abarca, se acabaron las preguntas personales.-Termino’ la frase con un tono de voz alto e imperativo para continuar de inmediato en su tono suave y seductor , como si nada hubiera pasado.






-A pesar de presentarse como un testigo desequilibrado –
Amanda se abalanza rápidamente hacia mí, al llegar a estar casi sobre mis pies inclina su cuerpo hacia delante y continúa hablándome suavemente tornando su tono de enojo a sensual seductor-.
-Personalmente… creo que más allá de su estado parcial perturbado, se esconde una personalidad interesante, un hombre que muestra preocupación por sus semejantes, alguien con una sensibilidad especial y un poquito aventurero.
Vuelvo al tema porque se he notado por su gesticulación que le molesta y presiento que descubro ciertas vulnerabilidad en ella-Yo decía porque si estuviera casada con Abarca seria gracioso Amanda Abarca, jeje , todo con A-

Entonces se desplaza con mesura y se detiene detrás de mi apoyando su cuerpo contra mis espaldas y sus manos sobre mis hombros
Pareció derretirse su personalidad controladora, soltó’ una risita aguda, casi tímida inocente que contrastaba con la creciente tensión sexual entre nosotros.
¡Ji siii que gracioso! Deslizando con dulzura una de sus manos disimuladamente por mi cuello y detrás de mi oreja, la suavidad de su piel empezó a erizar los pelos de mi nuca y comencé irremediablemente a sentir los efectos de la excitación en cada parte de mi cuerpo.

Trato de no dejar de envolverme por los efectos físicos de su piel rozando mi cuerpo contrataco sorprendiéndola con una atrevida proposición: - Bueno ya que no tiene ningún compromiso a la vista, le gustaría acompañarme a tomar algo o a almorzar?

-Disculpe Salguri eso no sería profesional de mi parte. La entrevista ha terminado , por favor retírese que lo está esperando el Inspector Abarca.