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Friday 26 October 2018

"Muchachita" Un tangazo de Lennon y Mascardi



LONDRES 1965


Alberto Pedro Mascardi sentado en una mesa de un bar frente a la ventana como tantas veces en “El Banderín” en Almagro o en “El Chino” de Pompeya contemplando el melancólico gris pizarra de ese cielo Londinense que derramaba nostalgia en la forma de una firme tenue garua cayendo sobre los elegantes álamos negros del Thames, las Tilias y los castaños.



















La familiaridad del ambiente climático no lo confundía lo suficiente como para no entender que ese no era su paisaje y no dejaba de preguntarse como llego’ ahí y como podría volver a su querida Buenos Aires

El hombre aun soñando su regreso apoya el estuche de su bandoneón en la silla de al lado y le ordena al mozo un café , mirando los chicos de uniforme en camino a la escuela recuerda su infancia en el Colegio Saint George de Villa Urquiza, las primeras lecciones de bandoneón con el organista de la iglesia, su profesora de Inglés,y las tardes de futbol en el Sporting Club.

En el fondo él sabía muy bien el porqué’ de su lejano destino; fue el tango el que lo hizo embarcarse en la gira de la orquesta de Benjamin Iroldo, y fue el tango el que lo hizo enamorarse perdidamente de aquella bailarina en Paris.






Odette con sus piernas largas y sus ojos marrones brindaba un aire de tristeza y necesidad de protección que lo hizo vulnerable a sus encantos, Alberto quedo’ deslumbrado al verla bailar aquella noche en ese Bar del Mormatre después de su concierto.
Lo que siguió fue una serie absorbente de encuentros pasionales sin tregua, ardientes destellos de breve frenesí’ en sucios hoteles casuales.





En cuestión de días devorados de urgencia compartían un cuarto y vivían la bohemia, las noches alegres de fiesta y el champan, las madrugadas largas aun enamorados, y los cuerpos exhaustos.
 Al decir de aquel poeta hoy la vida les brindaba cierto instante robado de lujuria.
Alberto por amor enloquecido se olvidó’ de los ensayos, falto’ al último espectáculo y perdió el pasaje de regreso que lo traería con la orquesta a su amada Buenos Aires.
A las pocas semanas Odette se marchó con una compañía de Baile Contemporáneo hacia sofisticados rincones del este de Europa.

Fue en ese entonces en que le mandaria unas líneas asu amigo Abel Aznar en el que le decía Yo no sé ni a quien odiar en mi tormento si a la vida si al amor o a mi destino” que más tarde  inspirarían el tango “Y no puedo olvidarte”

Mascardi comenzó un largo calvario de actuaciones en pequeños clubes con algún guitarrista como acompañante por diversos lugares de Francia con la esperanza de juntar suficientes fondos para su regreso repitiendo la situación de muchos músicos rioplatenses descripta con tanta certeza en el tango de Cadicamo ”Anclao en Paris”.

Fue en un club de la mágica localidad de Saint Malo’ tocando en un homenaje al escritor Fracois Chateaubrian que lo invitaron a cruzar el canal de la mancha para una serie de conciertos en clubes de tango londinenses.

Lejos quedaron los elegantes salones europeos el entusiasmo de las audiencias y los jugosos cachets de las presentaciones
Sabia muy bien Alberto que el tango, como arte autentico e invalorable ; referencia inevitable de la cultura de Buenos Aires no moriría; sin embargo era evidente que los acontecimientos mundiales lo habían postergado a un nostálgico letargo por el momento, a menos que se presente en forma de vanguardia Piazzoliana,

Quizás por un instante se le cruzo’ por la cabeza el pensamiento de que el mismísimo culpable de su periplo de fracasos, no haya sido su propia irresponsabilidad o su debilidad por aquella muchachita.

Su mente instalo’ caprichosamente la idea de que el joven flaco y pelilargo de campera de gamuza marrón, que entraba por la puerta de atrás del antiguo pub portando una guitarra podría tener algo que ver con sus penurias.

Pensamiento que despejo’ de inmediato de su cabeza, conociendo el lado oscuro y destructivo que deriva de la envidia, cambiándolo rápidamente por empatía , hacia la imagen iracunda del joven musico reconociéndose a sí mismo en la inocencia de sus años mozos.



El muchacho se sentó en la barra y ordeno’ una copa de brandy “Trhee Barrels” de inmediato reconoció al hombre sentado junto a la ventana como musico y haciendole una seña al mozo le susurro’ unas palabras a su oído.









El mozo se acerco al instante a la mesa de Mascardi y sirviéndole la copa se dirige con discreción
:-”es una cordial invitación del señor Lennon , el me pidió’ que le pregunte si puede sentarse a su mesa”
Mascardi que sabia muy bien quien era el muchacho, un poco abrumado contesta en su perfecto Ingles de colegio bilingüe: “Of course por supuesto “

John se acerca y se disculpa tímidamente (típica actitud inglesa):-” disculpe no pude de dejar de asombrarme al contemplar el instrumento. Mi nombre es John”

-"Mascardi …es un placer, se refiere al bandoneón? ¿Había visto uno antes?

-"No solo en fotos, pero mi viejo y mi tío que eran marineros siempre me contaban de la música de Buenos Aires, el tango y del bandoneón.

Masacrdi abre el estuche de inmediato y le muestra los detalles. –“Ve aquí están los agudos. Y así va la escala hacia los mas graves, cuando abre el fuelle da un tono, cuando lo cierra un semitono más alto. Fue concebido por un Luthier alemán para los curas de las iglesias de los pueblos que no tenían órgano, pero nunca pudieron aprenderlo a tocarlo bien".

Luego marineros lo arrimaron a nuestras costas y lo adoptamos como a un niño abandonado.”

-“Que tierna historia, sin embargo, me han contado que inspira versos muy tristes"
Yo crecí con canciones folk de la ribera del Mersey, lo único triste que escuche es el blues”.

-“¡A mí me gusta mucho el blues cuando era de tu edad me escapaba al centro a la noche a escuchar una cantante de blues que se llamaba Blackie jaja!Mascardi se siente bien a gusto con el muchacho.

Bueno cualquiera sea el genero lo que nos atormenta a los músicos es generalmente el amor. ¿No lo cree?, como dice Poe de la mujer: “Tú me has hecho hombre, que el ardor de mi espíritu devore mi cuerpo” jaja John ríe mientras bebe hasta el fondo el último trago de Brandy.

-“Al decir de un escritor de aquellos lares un tal Borges Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir. Crece en los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. El nombre de una mujer me delata. Me duele una mujer en todo el cuerpo.”

-"Aunque el tango me apasiona no crea que no he escuchado las canciones de su conjunto, algunas me atraen de sobremanera" le confiesa Mascardi.

John se sintió enormemente alagado-“en serio! , le molestaría nombrarme alguna de su agrado” ?
-“Sorry soy muy malo para los títulos, me viene a la cabeza esa que habla de los seres invisibles solitarios olvidados por las calles, esa que tiene una orquesta de cámara!! Tiene todo el espíritu de un tango.”
-Eleonor Rigby!!
-Si esa
-A mí también me gusta, pero fíjese esa la escribió Paul.

-Oh disculpe , le dije que soy malo recordando títulos.

-"Jaja No se preocupe, me ocurre todo el tiempo”- rie John totalmente relajado y cómodo mientras pide otra ronda de brandy.
Mire ya que está aquí le cuento que estamos grabando aquí a la vuelta un disco que se llama “Rubber Soul” y tenemos un par de temas entre románticos y nostálgicos que entran en esa veta.
Tengo uno de mi autoría que mi viejo me dijo que parecía un tango, hasta me hizo traducir la letra que aprendí por fonética pues mi castellano es muy básico. “Besameu mouchoo!” Canturrea un poco haciéndose el loco y riendo"
.
-“Bueno amigo no creo que consiga muchos bandoneonistas por aquí en Londres , si se anima le damos una prueba a ver cómo suena.
Lennon sin poder contenerse de la excitación de inmediato desenfunda su guitarrón y le muestra un papel con los tonos.




En la mesa de atrás un joven estudiante Frances de paso por Londres sentado con sus apuntes y un grabador a cinta Gelloso, se da cuenta la magnitud del acontecimiento por venir y rápidamente desenchufa un cable que daba al tomacorriente junto a su mesa sin importarle que estaba desconectando y conecta su grabador.

El dueño también toma nota del evento y desde una punta de la barra le hace una seña al lavacopas del otro lado para que aprete el botón rojo de recording del viejo equipo de sonido del pub.

Luego de unos minutos de afinación prueba de acordes y ciertos cambios en la letra por parte de Mascardi para hacer el tema más tanguero, contaron 3 se dieron un guiño y se lanzaron.

John se mostraba tímido e inseguro pero el sonido del bandoneón le dio coraje, Mascardi comprendía que, aunque nadie más lo supiera, este minuto y pico de su vida había justificado todas sus penurias y apretaba el bandoneón explotando de orgullo y energía.

Al terminar un jocoso John exclama “bueno podemos muy bien decir que hemos pasado la audición jaja “

-"Que le parecio’ John ¿ , pregunta ansioso Mascardi .

Me gusta, pero creo que el productor George Martin tiene en mente unos violines y un arreglo más Bachiano .

Mascardi le brindo un generoso apretón de manos “Un gusto Lennon si anda de gira por Buenos Aires nos vemos por allí.

-"Ok Nice to meet you!" se despidio Lennon esfumandose por el pasillo que lleva a la puerta trasera






.
El joven Frances de apellido Leroux se interpone torpemente a la salida de Mascardi y sin pedir disculpas deja el pub a las apuradas perdiéndose entre Byron lane y Abbey road.

Una vez que todos se retiraron el dueño del pub trata inútilmente de hacer funcionar el equipo de música, mientras el mozo le muestra el extremo del cable que había sido desenchufado.
Sin poder contener su enfado el Dueño se golpea la cabeza contra el mostrador mientras blasfemaba a los gritos.

El registro llego ‘por casualidad a un anticuario de Buenos Aires por los 70’s donde un joven estudiante lo compro’ para coleccionar sin saber lo que se encontraba en la cinta, sin embargo, peritos Beatlemaniacos niegan rotundamente que sea la voz de Lennon, aunque reconocen de que se trata de una versión en Castellano aquella  canción ...Muchachita.




1 comment:

  1. Me ha encantado, que interesante!!

    Yo pienso que sí sería su voz...

    Muchos besos.

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