foto: Monica Frau |
Lo primero que me perturba es su delicada belleza, la perfección de sus curvas y relacion tan íntima que se establece al instante en que uno lo coloca entre sus piernas.
El perfume seco de la madera estacionada y su tremenda sensibilidad para detectar los mas mínimos cambios de tension de mis dedos, traen reminiscencias sensuales de romanticos encuentros.
Mi mente instala bruscamente como un flash la imagen de mi novia Alicia pero comprendo que es menester concentrarse en la solemnidad del momento.
Mi mente instala bruscamente como un flash la imagen de mi novia Alicia pero comprendo que es menester concentrarse en la solemnidad del momento.
Es inevitable al contemplar el violoncello, la pregunta sobre sus orígenes, como llegó a mis manos? ,o tal vez imaginar su pasado de amores perdidos en selvas tropicales aun creciendo salvaje ,floreciendo, fotosintetizando,tan contrastante con este presente de forma y disciplina.
Al decir de Yupanqui estos instrumentos de madera fueron anteriormente árboles y vibraron a merced del viento, y aprendieron del canto de los pajaros y de las caricias de las gotas de lluvia en las tormentas de verano.
Estrictamente rastreando su historia , nuestro encuentro y su consecuente destino fallido al caer entre mis piernas, se debe mas bien a los Luthiers Italianos de Cremorna que idearon un violín mas grande buscando una gama sonora grave , con sonido deprimido y silente, como un eco.
En ese preciso momento percibo anonadado la angustiosa presencia de una audiencia impaciente , que me desvía de esta búsqueda con sus movimientos histéricos,sus comentarios en voz baja y sus carrasperas.
Me decido a acometer con una apertura tanguera como inicio, infringiendo unos golpecitos en el puente del noble cello, aventura audaz de mis dedos firmes imitando palmaditas en las nalgas de mi amante.
Lo cual me recuerda nuevamente a mi novia Alicia , y su incierto, aleatorio destino despues de esta noche de excesos y de copas
La percusión me devuelve a la cuestión principal del origen , del porqué estamos aqui ? y el latido sobrio de la madera me lleva a esos bosques de la selva oranense , a la imponente presencia de sauces del cerro ,ceibos y peteribies que habrán donado su madera para que tan distinguido instrumento llegue a mis manos imprecisas.
Suelta ya de inercia o imperceptibles inibiciones mi mano izquierda toma coraje y desicion deslizandose hacia abajo impregnando la sala de vibraciones sorpresivas de registro flatulente.
Comprendiendo la urgencia del incidente , comando sin demoras a mi mano derecha ,a acompaniar la aventura con pequenios golpeteos del arco sobre las cuerdas.
Tres señoras gordas de la primera fila se retiran con torpeza hacia la puerta liberando una corriente de viento que acompaña el quejido de las crines de caballos de mongolia, antiguo material con que se fabricaban las cuerdas de este instrumento.
Mi dedos de la mano izquierda se desplazan mas rapidamente, tratando de recordar con poco éxito aquella introducción de "Oblivion" de Piazzolla , algún pasaje de Debussy o quizas el riff de "Humo sobre el agua" de Deep Purple .
Un señor de anteojos , gorra y bufanda se refriega el barbijo, tratando de conjugar estos sonidos, plasmados en su memoria vagamente en pasadas experiencias con musicos de Free Jazz ,(fruto de caóticas sesiones allá por los 70's cuando improvisaban bajo la influencia de altas dosis de acido lisergico).
A pesar de notar el éxodo de las tres primeras filas , mi confianza se incrementa , quizas por el efecto sinergico de la adrenalina y restos de alcohol aun en mi cuerpo , producendo movimientos espasmodicos epilepticos en mi mano derecha ,que ya cansada del peso del arco lo abandona y se dedica a pellizcar rapidamente las cuerdas como si se tratara de un contrabajo , fingiendo con torpeza ejecutar improvisaciones microtonales.
Otro señor mayor, sentado solo en la última butaca de la cuarta fila parecería regocijarse siguiendo el ritmo con sus manos sobre el apoyabrazos pero la enérgica rapidez de sus golpeteos a destiempo se hacian mas identificables con los síntomas típicos de un parkinson avanzado.
En el éxtasis creativo de la performance descubro iluminado el verdadero origen del evento y recuerdo , que en medio de una sesion desenfrenada de shots de Tequila , recibo el llamado de mi amigo Marccelo , que me citó en este auditorio para charlar sobre un nuevo proyecto , luego de escuchar a un famoso instrumentista.
Me asalta el dilema de si el alcohol ingerido afectó mi pronunciacion al preguntar por Marccelo en la entrada y desencadenano' mi debut en el escenario con este artefacto entre mis piernas.
Veo a mi amigo acercarce rapidamente por el pasillo hacia mi rescate y me prometo firmemente empezar mañana mismo mis lecciones de Cello, sin dejar de inquietarme por el destino de mi novia Alicia ante la imposibilidad de recordar, en la fragilidad de las confusas imagenes ,el lugar donde la habia dejado.
Vaya con tu inspiración, Javier! lo que parecía ser un músico extasiado ante la belleza de la música que brotaba de esas cuerdas, resultó ser un loquito divagante que nada tiene de virtuoso y en cambio sí, mucho de qué arrepentirse
ReplyDelete=)
Un abrazo y gracias por participar
JAJA si La imagen me dio la idea de alguien que no sabe mucho del instrumento quizas la expresion o su chaqueta casual con corbata y camisa desabrochada. Gracias a vos
ReplyDeleteBueno hay que ver , nos has hecho toda una exposición del instrumento músical y no solo eso sino nos has relatado el desastre del señor que con su parkinson no se sabe si de la edad o del alcohol ingerido da sus notas discordantes ....
ReplyDeleteUn buen relato Javier ...Abrazo y una buena semana.
Trate de mostrar el contraste de lo que pasa por su mente y lo que puede torpemente decidir o actuar en su estado jaja Un abrazo
DeleteQuizás debajo de todos esos shots de Tequila en realidad sí existe un músico y solo falta que le pasen los efectos para deleitarnos con su música.
ReplyDeleteEstuve a punto de elegir esa imagen, pero me gustaba el bohemio que toca su recuerdo en alguna plaza.
Un abrazo
Siempre me fascino la gente que queda por malentendidos en circunstancias espantosas, como le pasa a Nielsen en La Pistola desnuda que tiene que cantar el himno americano en un estadio en lugar de un famoso tenor. Un abrazo
DeleteEnhorabuena por tu relato. Con la misma foto hemos construído algo tan distinto que muestra la infinitud de la imaginación.
ReplyDeleteUn saludo.
Como comente en tu blog muy bueno tu aproach a la foto , a mi me dio por un humor subrepticio de una situacion absurda,Gracias
DeleteEn la primera mitad del relato me recordaste, no sé por que, la Película canadiense "El violin rojo" de F. Girard, pero solo en la primera. La verdad, no em esperaba ese final jajajaja.
ReplyDeleteUn saludo
No vi la pelicula , tratare de verla , gracias por el comentario. Abrazos
DeleteDespués de leerte poco queda que decir, la verdad, salvo que va a ir fino el hombre. Chelo va tocar, seguro :-)
ReplyDeleteUn beso y un gusto haberte leído.
Gracias Maga
DeleteNo era Parkinson.. el tipo solitario de la cuarta fila espera por otro relato musical.. Muy bueno...Abrazo
ReplyDeleteRelatos absurdos de situaciones disparatadas que ocurren mas a menudo de lo que la gente piensa jaja , gracias
DeleteMuy buen relato, al principio engaña con esa introducción tan buena sobre el instrumento, lo que pasa luego sobre el escenario y por la mente del protagonista, reflejan unas cuantas vetas de alcohol y discordancia en general.
ReplyDeleteMe gustó mucho el final.
Un abrazo.
me gusta eso de vetas de alcohol y discordancia, Gracias Sindel
DeleteUna gran historia de ese chelo y de esa mujer que casi amaba tanto como el chelo.
ReplyDeleteUn abrazo
ese "casi" le puede costar caro jaja, Un abrazo
DeleteAyer te leí en silencio cuando publicaste tu relato, por cierto, muy bueno, y hoy vuelvo para dejarte mis huellas.
ReplyDeleteY es que has ido construyendo con la imagen desde tu imaginación un escenario desde la inquieta mente de un hombre que ha bebido alcohol con sus divagaciones, me ha encantado.
Un beso.
cellos o algun otro instrumento he caminado desvergonzadamente por esos laberintos, me he encontrado en situaciones similares, conozco el potrero.jaja Un beso
DeleteEs que has ido dando giros hasta el final y me he quedado traspuesta ¡Que arte! Creo que si voy a un concierto de chelo no me divierto tanto. Es buenisimo! Besos.
ReplyDeleteMe alegro que haya sido de tu agrado ,un abrazo.
DeleteMuy, muy bueno, por tu manera de describir... y ese final, que divertido, convertido en todo un artista, solo por dejarse llevar.
ReplyDeleteA estas altura espero que ya hayas encontrado a tu novia :)
Montón de besos.
He encontrado a mi novia , pero aquella Alicia no , no la he encontrado quizas haya sido mejor asi jaja Besos
DeleteBuen giro el del final!!, un deleite basado solo en la materialidad del instrumento, su capital simbólico y la promesa futura de sacarle buenos acordes
ReplyDeleteAbrazo javier
Muy buen relato. Me pasó lo que dicen por ahí arriba, al ver la primera imagen y leer los primeros párrafos armé una estructura que después se fue cayendo, hasta dar con el buen giro argumental del derrumbe final.
ReplyDeleteIgualmente uno siente gran empatía con este personaje. Uno es un poco así.
Abrazo!
Acompaño la lectura de tu texto con la música deliciosa que nos dejas y la verdad que tanto lo uno como lo otro, es un auténtico disfrute.
ReplyDeleteBesos.
Genial tu aportación juevera, con un estilo y un dominio literario que deja el listón verdaderamente alto. Mi enhorabuena. Y la música, una delicia; voy a volver a leerlo solo para poder disfrutar de la música como su banda sonora.
ReplyDelete¡Besos!
Si el talento, si la inclinación natural, va para el violencello, ´¿para que perder tiempo con la pelota? Más si parece haber una musa, llamada Alicia.
ReplyDeleteY se permite disfrutar tanto la música y hacerla disfrutar.
Saludos.